AUTORES: Julie M. Jones, Roberto J. Peña, Renee Korczak y Hans J. Braun.
Los cereales en grano y otros alimentos básicos ricos en carbohidratos forman la base de la mayoría de las dietas, tanto antiguas como modernas, en todo el mundo. A pesar de las afirmaciones en contrario, los registros de fragmentos de cerámica muestran que los granos probablemente se comieron antes del advenimiento de la agricultura durante el Período Paleolítico. La datación por carbono muestra evidencia de la domesticación del arroz hace 16,000 años en la provincia china de Yunan y del trigo hace 10,000 años en el Creciente Fértil. También se ha encontrado ADN de hebras de trigo en un sitio de cazadores-recolectores que es anterior al advenimiento de la agricultura en el Reino Unido.
Los cereales en grano y los carbohidratos (CHO) han sido componentes centrales de la dieta humana desde el comienzo de la agricultura debido a varios factores.
Primero, son fuentes confiables, almacenables, sostenibles y fácilmente disponibles de energía y nutrientes. Todos ellos son clave para evitar la desnutrición y promover la salud.
En segundo lugar, como fuente inmediata de energía, los cereales y otros alimentos básicos son ricos en proteínas.
En tercer lugar, los granos están incrustados en una variedad de las tradiciones culturales, religiosas y lenguas de todo el mundo. De hecho, los patrones de alimentación y los platos nacionales en la mayoría de las regiones combinan granos y otras fuentes de proteínas.
Estos platos se han convertido en una tradición en varias culturas porque nutren y sostienen a la población.
La ciencia moderna de la nutrición ha documentado que cuando se combinan y se comen en las cantidades adecuadas, los cereales y otros alimentos vegetales como legumbres o semillas, cada uno de los cuales contiene una proteína incompleta, trabajan juntos para formar proteínas completas.
Los carbohidratos y los alimentos básicos a base de cereales desempeñaron un papel clave en el desarrollo de la agricultura, que a su vez fue vital para el desarrollo de la civilización humana, porque un suministro confiable de calorías y nutrientes permitió la especialización necesaria para el avance de la humanidad. Por lo tanto, los cereales y otras fuentes de carbohidratos forman una base nutricional que sustenta la vida y están asociados con otros componentes dietéticos que permiten una salud y un bienestar óptimos para la población humana del mundo.
Además la orientación dietética de los organismos de promoción de la salud de todo el mundo recomienda que entre el 45% y el 65% de las calorías totales provengan de carbohidratos y refuerza el mensaje de que los cereales desempeñan un papel importante en la dieta.
Los importantes beneficios para la salud que aportan los cereales abogan por su incorporación en la dieta diaria de las personas sanas.
Los cereales integrales, en particular, se asocian con un menor riesgo de ciertas enfermedades crónicas, y el consumo de una mezcla óptima de cereales integrales y refinados se asocia con una serie de beneficios para la salud.
Los cereales en grano proporcionan una amplia variedad de nutrientes, fibras dietéticas y fitoquímicos. Esta combinación los posiciona de manera única como una fuente de nutrición para sustentar y nutrir a la población mundial.