¿Te tocó el muñequito en la rosca de reyes? Entonces, de acuerdo con la tradición, tendrás que invitar los tamales este próximo 2 de febrero que se celebra el Día de la Candelaria, fiesta popular en México y en países de Latinoamérica como Perú, Chile y El Salvador.
Para este día la costumbre popular es comer tamales, un platillo de origen prehispánico hecho a base de un maíz, cocido envuelto en las hojas que cubren la mazorca. Se le añade carne de cerdo o pollo y distintos ingredientes como mole, adobo, salsa verde o roja; también existen las versiones vegetarianas que se rellenan con ingredientes como queso o rajas, y finalmente los dulces, que llevan pasitas y frutas como piña o manzana.
El cereal con que tradicionalmente se preparan los tamales es el maíz, sin embargo, en la región purépecha de Michoacán, en ciudades como Uruapan, se han creado otras variedades de tamal, como los hechos a base de masa de trigo y los hechos con granos de elote tierno, conocidos como “Uchepos”; actualmente estas variedades se han extendido a otros estados de la República.
El tamal es un alimento nutritivo y completo. De acuerdo con el Sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes, una pieza de 100 gramos proporciona 250 kcal, contiene 47% de grasa, 46% de carbohidratos y 7% de proteína, además de vitamina B2 y B6, ácido fólico, hierro, zinc, magnesio y potasio.
Los carbohidratos que contienen los cereales aportan energía, combustible que usa el cuerpo para el funcionamiento, por ejemplo, de los músculos y el cerebro, mientras que las proteínas ayudan a reparar y crear células nuevas.
En México existen muchas maneras de comer tamales, una muy conocida y recurrente es la famosa “Guajolota” o torta de tamal, originaria de la Ciudad de México, que combina dos tipos de cereal: el trigo que se encuentra en el pan y el maíz del tamal.
Esta variedad es consumida por muchas personas a primera hora de la mañana y proporciona un importante aporte energético sobre todo para quienes su actividad implica gran esfuerzo físico, por ejemplo, los trabajadores de la construcción.
Atole para acompañar
Generalmente los tamales se acompañan con atole o champurrado, bebidas elaboradas a base de maíz, también heredadas por los pueblos originarios. La palabra atole viene del náhuatl “atolli” o “tol”, que significa aguado, refiriéndose a la consistencia de esta bebida. Los mexicas lo preparaban hirviendo la masa de maíz hasta que quedaba espesa, sin ningún otro ingrediente.
Actualmente al atole se sirve caliente y se la añaden distintos sabores como chocolate, vainilla, fresa o canela; es una bebida rica en fibra, contiene antioxidantes, potasio, magnesio, zinc y vitaminas del complejo “B”, por lo que además se considera saludable.
Existen otras variedades del atole que son preparadas con distintos cereales como el arroz o la avena; inicialmente los sabores tradicionales eran fresa o chocolate, sin embargo, ahora existen los atoles “gourmet” de sabores como zarzamora, nuez o coco
Los cereales en sus distintas formas y presentaciones están presentes en las fiestas populares. Ya sea como tamales, tortas de tamal, atole o champurrado, forman parte de las tradiciones de familias mexicanas y latinoamericanas que los disfrutan y aprovechan su aporte energético y nutrimental. El ILC te brinda recetas para que este 2 de febrero prepares al gusto tus propios tamales y atole.
La fiesta de la Candelaria
La historia del Día de la Candelaria proviene de la religión católica; el festejo se lleva a cabo 40 días después de Navidad al conmemorar el día en que la Virgen María acudió al templo para ser purificada y dar gracias por la llegada de Jesús, llevando candelas para que fueran bendecidas.
Por su parte en la época Prehispánica, esta fecha coincidía con la temporada de siembra en la que se rendía tributo a los dioses para tener buenas cosechas durante el año y festejaban ofreciendo maíz como platillo principal.
Finalmente se fusionaron las costumbres y en lo que hoy conocemos como Día de la Candelaria, las personas visten al Niño Jesús de distintos colores y acuden a la iglesia para bendecirlo junto con candelas o velas y después se reúnen para comer tamales y atole.